Más de 7 proyectos (Bettalent, Jobbet, BeBetting, Winyou, entre otros), +30 socios y más de 300 personas involucradas. El tiempo filtró a los que realmente tenían visión.
Wuim es la consecuencia inevitable de todo ese recorrido.
Dejé la carrera de Física porque había algo que me obsesionaba más: entender cómo funciona el juego y cómo se le gana a la banca.
Durante 13 años emprendí, fallé, gané, confié en quienes no debía y aprendí —a las malas— lo que implica construir un negocio desde cero.
Wuim no es una idea, representa la perseverancia cuando todo se vuelve en contra y casi nadie confía.
Founder & CEO
Soy detallista, intuitiva y muy visual. Me gusta observar, imaginar y traducir ideas en imágenes que transmitan algo real. Siempre he sentido que el diseño es mucho más que estética: es energía, personalidad y conexión.
Después de más de 12 años emprendiendo junto a Héctor, hoy en Wuim canalizo todo lo aprendido desde lo que más me representa: el arte. Mi papel es dar forma a su identidad y asegurarme de que todo lo que se vea… también se sienta.
Wuim no es solo una empresa: es una manera de hacer las cosas con estrategia, creatividad y alma. Y ahí es donde entra el diseño.
Founder & ART DIRECTOR
Una historia llena de locuras, aprendizajes y giros inesperados. No todo puede contarse (al menos no todavía).
La quiniela fue el punto de partida.
Héctor y sus hermanos encontraron en ella una forma de descifrar el sistema. Armados con combinatoria, programación y una visión estratégica del fútbol, se propusieron demostrar que se podía ganar… incluso en un juego diseñado para que pierdas.
Acumularon más de 80.000 € en premios —incluido un pleno al 15 y múltiples 13, 12 y 11 aciertos—, hasta que el propio sistema se encargó de devolver todo al mercado. Poco a poco. Como casi siempre hace.
Aun aparecemos en la web de Eduardolosilla <05/05/2012 – Jornada 52 – 43.165,70€>
Con el lanzamiento de Suertia.es, Eduardo Losilla presentó Quini9, su propia versión de la quiniela.
Como incentivo, ofrecían un bono de hasta 20.000 € para un único acertante, igualando la recaudación si no se alcanzaba esa cifra.
En distintos fines de semana, hubo dos ganadores: un chico en Córdoba… y nosotros, desde Tenerife.
Con solo 19.683 combinaciones posibles a 0,6€ la unidad, usando diferentes técnicas se redujo a inversiones de 900€ (1.500 combinaciones) hasta que se logro al tercer intento.
Por primera vez, y sin usar tecnología, observamos el arbitraje en directo comparando cuotas entre Bet365 y William Hill.
Memorizamos las combinaciones exactas que generaban arbitraje cero, y así aprendimos a detectar cuándo había una oportunidad real.
Aún recordamos la emoción de esos primeros momentos: operar con importes altos y obtener rendimientos del 5 % era como descubrir un superpoder.
Luego llegó el gran hallazgo: las diferencias en los tiempos de actualización entre casas.
A veces lográbamos adelantarnos al movimiento del mercado (Sabíamos antes que la casa lo que había ocurrido), sin duda un gran error por su parte, y los beneficios asegurados se disparaban: 30 %, 50 %… o incluso más.
Fue entonces cuando entendimos que el tiempo, no solo las cuotas, también jugaba a nuestro favor.
Y un día, casi por accidente, encontramos algo aún más curioso: al hacer logout en la web de Bet365, el contador de 8 segundos en apuestas en directo se detenía.
No diremos más… pero quien lo entienda, sabe bien la ventaja que eso significaba. 😉
Pronto en el blog contaremos la historia al completo.
Bet365 ofrecía bonos para apuestas combinadas a partir de tres aciertos.
Por pura casualidad, descubrimos que si se apostaban las 2.187 (7 partidos) combinaciones posibles en la Premier League a partir del viernes —cuando las cuotas subían y el payout se estrechaba— se generaba un arbitraje de alrededor del 10 % asegurado.
Con incredulidad, repetimos la estrategia durante semanas: más de 20 horas cada fin de semana, apostando una media de una combinada cada 30 segundos.
Nunca detectaron el sistema.
Y así, esta jugada silenciosa se convirtió en una de nuestras estrategias más rentables… durante años.
Por desgracia a día de hoy ya no funciona. Atrás quedaron esos dulces recuerdos haciendo inversiones de 50.000€ por fin de semana.
Tuvimos la oportunidad de conocer al equipo de la empresa de Gonzalo García-Pelayo, a quienes presentamos nuestra experiencia con la esperanza de encontrar apoyo para escalar nuestro conocimiento.
Aquella conexión nos llevó a mudarnos a Albania, de la mano de un reconocido inversor del sector que ya contaba con oficinas en el país.
Descubrimos un entorno con una cultura del juego profundamente arraigada y, para nuestra sorpresa, un ecosistema repleto de talento oculto.
Empezamos en un coworking modesto, pero pronto dimos el salto a una oficina de 300 m², por donde pasaron más de 150 personas.
Allí sentamos las bases y pusimos en marcha los primeros modelos de negocio, con un objetivo claro: entender cómo escalar esta estrategia a lo grande.
Problemas con socios, una gestión operativa deficiente y las dificultades legales para encajar el modelo precipitaron el final de Bettalent.
Sin embargo, ese año en Albania no fue en vano: sirvió para construir un gran equipo, que más tarde se convertiría en la base de los siguientes proyectos.
Con el aprendizaje a cuestas, decidimos hacerlo bien desde el principio. Contratamos un equipo legal en España para explorar cómo escalar, de forma sólida y sostenible, el modelo de negocio basado en la gestión de cuentas.
Así nació el germen de lo que vendría después: la academia Jobbet y la plataforma BeBetting.
En ella formamos a nuestros primeros 300 alumnos de toda España. A día de hoy mucho viven de esta habilidad.
Por primera vez en España se divulga sobre el Arbitraje a gran escala y sin miedo a las consecuencias.
Ganamos el concurso IDEAJOC de la EXPOJOC 2018 organizada por la revista sectordeljuego.com. En el jurado estaban los CEOS de varias casas de apuestas como Suertia ¿Irónico no?
Los abogados nos dan las pautas de como podemos reducir al máximo el riesgo a la hora de gestionar cuentas de clientes a través de nuestra plataforma.
Luz verde para montar BeBetting.
Empieza el sueño de montar la primera plataforma que junta el mejor talento con las cuentas de inversores.
En este punto, sufrimos uno de los golpes más duros del camino: fuimos engañados por programadores que plagiaron código de otras empresas, comprometiendo la integridad del proyecto con el que soñábamos —crear el primer bot de apuestas automáticas de España.
A pesar de los tropiezos, seguimos iterando y refinando el modelo hasta dar con el encaje real en el mercado.
El punto de inflexión llegó con una presentación en los cines de Chamartín, donde finalmente lanzamos la plataforma al mercado, marcando el inicio de una nueva etapa.
BeBetting despegó con fuerza, creciendo a doble dígito cada mes y alcanzando más de 150.000 € generados para nuestros clientes en su mejor mes, con apenas 25 traders en activo.
La visión era clara. Cerramos la academia para centrarnos al 100 % en la plataforma.
Era hora de pensar en grande: incorporamos talento en programación, operaciones, finanzas, marketing y ventas, preparados para escalar lo que ya era mucho más que una idea. Era una realidad en crecimiento.
Cerramos el año superando el 1.000.000€ de euros para nuestros clientes.
Ese año dimos un gran salto: cerramos nuestra primera ronda de capital riesgo, con el apoyo de inversores de primer nivel en España.
Las cifras hablaban por sí solas: multiplicamos por tres las ganancias de nuestros clientes, superando los 3 millones de euros, con un equipo de más de 50 traders dedicados en exclusiva y una oficina central en pleno crecimiento con más de 15 personas.
Todo apuntaba más alto: empezamos a trazar el plan internacional y nos lanzamos a por el segundo intento de apuestas automatizadas.
Fue un año de visión, ambición y muchas ilusiones puestas en lo que estaba por venir.
Nos enfrentamos a serios problemas de cultura interna, una expansión fallida en Montenegro y Colombia, y un obstáculo legal crítico en Albania.
En ese momento, cualquier persona vinculada a apuestas era susceptible de ser procesada penalmente, y todo nuestro equipo estaba allí.
Llegó un día especialmente delicado. Algún día contaremos los detalles… (merece una película).
Para colmo, Bet365 incorporó códigos QR en todas sus apuestas, y la fuerte dependencia que teníamos de su plataforma terminó por asfixiar el proyecto por completo.
Con la ayuda de varios exempleados de BeBetting, creamos una plataforma sencilla pero funcional, con el objetivo de reconstruir todo desde cero, esta vez aplicando cada lección aprendida del pasado.
Nos centramos en construir una empresa ágil, con costes estructurales mínimos, y sin depender de programadores externos.
Así fue como descubrimos el mundo no-code y herramientas como Bubble.io, que nos permitieron avanzar con autonomía.
Tras muchos años inmersos en el mismo sector, los socios de Winyou tomamos una decisión importante: vender la plataforma y permitirnos un merecido descanso después de tantas emociones, subidas y bajadas.
Nos propusimos un nuevo reto: construir un escáner capaz de competir con los líderes del mercado.
Pero una vez más, los problemas de compromiso entre socios frustraron lo que prometía ser un lanzamiento con mucho potencial.
Otro revés que nos dejó una lección clara:
En el mundo del juego, es difícil encontrar profesionales con verdadera ambición, dispuestos a asumir riesgos y comprometerse con una visión a lo grande.
Tras un largo recorrido lleno de aciertos, fracasos y aprendizajes, analizamos qué modelo de negocio ofrecía mayor escalabilidad.
La conclusión fue clara: una combinación de plataforma y academia, con un enfoque totalmente centrado en la comunidad.
Queríamos crear un ecosistema que no solo enseñara, sino que dotara a sus miembros de herramientas reales para convertir esto en su modo de vida, entendiendo todos los ángulos: legales, operativos, tecnológicos y estratégicos.